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El feminismo un cáncer social. Con Alicia Rubio

El feminismo ha sido un cáncer en el tejido social y sigue siéndolo utilizado por los ingenieros sociales y defendido por quienes se lucran con él y las incautas que han creído en sus postulados mentirosos y corrosivos.

El feminismo ha cumplido su función de destruir a la mujer, su función de quitarle sus atributos, sus características y de avergonzarla. De convertirla en un aprendiz del hombre que nunca será y al que se le pone de ejemplo, a vez que se le anima a odiarlo por ser quien es y por ser esa otra parte de la alteridad sexual que hay que combatir.

Desde sus orígenes el feminismo puso como positivo todo lo que caracterizaba al varón: había que ser fuerte, valiente, agresiva competitiva y con una sexualidad activa y promiscua. Y había que odiar todo lo femenino, la dulzura, la cooperación, la sensibilidad, la belleza y había que eludir, sobre todo, criminalizar, la maternidad, como ese punto de diferencia ineludible por biológico, que impedía ser como los hombres.

Las carreras de las mujeres debían realizarse siempre fuera de casa, los hijos eran una esclavitud que imponía el hombre, sujeto este que ejercía su poder desde unas estructuras opresivas: el patriarcado, y desde luego, ejercía ese poder contra las mujeres.

Parecía una locura que las mujeres decidieran renunciar a ser ellas mismas, pero ahí llegaron las campañas, la promoción, la imposición y el adoctrinamiento. La mujer feminista se odia y odia al hombre resultando pues, una sociedad en crisis y sobre todo, muy poco procreativa.

Si algo ha conseguido este feminismo es la ruptura de las parejas procreativas, de sexualidades alternativas y la entronización del aborto. Es decir, reducir población de una forma tan efectiva como difícil, de reconducir las sociedades envenenadas con el feminismo. Se mueren, se mueren en un suicidio demográfico y mientras celebran atolondradamente el 8 de marzo, el día que fue de la mujer que se incorporaba al trabajo y ha terminado siendo el de las mujeres solas, que se odian, que desprecian la feminidad y criminalizan a los hombres.

Ese feminismo ha entrado en las aulas para seguir viviendo en las mentes de las nuevas generaciones a las que inocula su ideología letal, sus incongruencias y sus enormes contradicciones.

Alicia V. Rubio La Calle

Podcast completo sobre el feminismo aquí


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