Escuchaba el otro día la entrevista a un marroquí musulmán que vive en España hace muchos años y está totalmente integrado. Entre muchas otras cuestiones, comentaba, en relación a los motivos de la pérdida de valores de la sociedad, cómo la educación se ha ido degradando. Y afirmaba que en Marruecos se hacen memes de los colegios españoles: mientras allí se dan matemáticas, aquí se les habla a los alumnos de penes, chichis y demás. ¡Patético!
En junio del año pasado tuvimos también la noticia de que un grupo de padres musulmanes en EEUU pertenecientes al Family Rights for Religious Freedom se organizaron para revelarse contra la educación depravada que recibían sus hijos mediante la que les enseñaban la homosexualidad y el transexualismo.
Traigo estas noticias a relucir para resaltar un hecho que es más que evidente: la repulsa a la ideología de género no es cuestión de unos pocos cristianos descerebrados que estamos en contra del progreso. La oposición a sus ideas es cuestión de creencias en las que se prioriza una moralidad como principio rector que guía la educación que queremos dar a nuestros hijos. Lo cual incluye creyentes de cualquier religión, pero porqué no, aquellos que no se inclinan por la profesión de ninguna fe en concreto o se consideran ateos. Es cuestión de principios, esos que parece que muchos padres han cambiado por el bienestar, el culto al cuerpo y el materialismo.
La ideología de género está metida hasta las trancas en el sistema educativo en prácticamente todo el mundo, lo que no se puede entender es que en España no se les escuche a los padres clamar contra este adoctrinamiento. La gran mayoría prefiere callar y mirar hacia otro lado.
Por esto hacen falta informes como el que Profesionales Por la Ética ha elaborado, en el que se desglosa detalladamente cómo se está introduciendo en las aulas, las consecuencias de dichas enseñanzas, así como qué hacer ante esto.
Miguel Gómez de Agüero me consta que es un luchador nato con bastante experiencia que lleva varias batallas desde hace años en defensa de los más vulnerables a los que quieren corromper. Nos alerta sobre una ideología que, aunque tarde o temprano pasará como tantas otras del pasado, puede destrozar la vida de nuestros hijos y dejará una sociedad prácticamente muerta. Cuando se hipersexualiza la mente de un pequeño su vida queda marcada para siempre, su alma queda rota porque se le ha corrompido desde dentro.
Desde la Asociación ECA le damos la enhorabuena a todo el equipo de Profesionales Por la Ética que ha elaborado este informe y deseamos que sean muchos los padres y educadores que puedan aprovecharse porque… SON NUESTROS HIJOS.
Un saludo y hasta la próxima cita:
Alicia Beatriz Montes Ferrer
Puedes ver la entrevista completa a Miguel Gómez de Agüero para conocer mejor el informe
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